La sesión maratónica de la Cámara baja de este martes comenzó de manera desordenada, con desperfectos técnicos y fastidio por parte de los integrantes del cuerpo. Hasta el final, hubo fuertes cruces entre diputados del oficialismo y de la oposición.

Imagen: Télam
Alrededor de las tres y media de la mañana, el Frente de Todos consiguió aprobar en Diputados el Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas. El oficialismo alcanzó los 133 votos positivos a la hora de cerrar el debate frente a los 115 diputados que se opusieron y los 2 que se abstuvieron. Así las cosas, con el respaldo de una imponente movilización popular, el oficialismo aprobó exitosamente el primero de una serie de exámenes que se propuso rendir en el Congreso antes de fin de año. Ahora el debate sobre el Aporte Extraordinario se traslada al Senado, donde el oficialismo detenta una holgada mayoría.
Es por única vez porque se pretende alcanzar a aquellas personas que son titulares de grandes fortunas”, explicó el autor del proyecto y titular de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, en su rol de miembro informante. También descartó que la iniciativa “estuviese pensada contra determinadas personas”. “No es una confrontación entre los que más tienen y los que menos tienen”, señaló. A su vez, Itaí Hagman, uno de los diputados que más impulsó este aporte en Diputados, argumentó: “Mientras discutimos si los 10 mil millonarios más ricos de la Argentina tienen que hacer un aporte extraordinario tenemos 5 millones de niños y niñas bajo la linea de pobreza. ¿Cuál es el nivel de desigualdad que estamos dispuestos a tolerar.
Para el vicepresidente de la comisión de Presupuesto, Luciano Laspina, el proyecto es “es confiscatorio. El Estado absorbe una parte sustancial de la renta o de la propiedad”. “Se gravan activos que alientan el ahorro nacional: a
diferencia de Bienes Personales, donde los títulos públicos están
exentos, acá se gravan los depósitos, los campos, los bienes rurales y
los activos empresarios”, cuestionó, al explicar la mirada de su
interbloque.
En el transcurso de la sesión, la cuenta oficial de Twitter del bloque del PRO dejó en claro qué intereses defienden. Publicaron un gráfico que traza un paralelismo entre el 46 por ciento de las bancas que ocupa Juntos por el Cambio en Diputados y el 0,02 por ciento de la población que tiene más de 200 millones de pesos. “Casi la mitad de los diputados nacionales defendemos al sector que general empleo e inversiones en nuestro país”, aclara el gráfico.
La expectativa del proyecto
Con este proyecto también la AFIP espera recaudar $307.000 millones,
un 1,1por ciento del PBI. De todo esto se destinará en un “20 por ciento
a la compra y/o elaboración de equipamiento e insumos críticos para la
emergencia sanitaria, 20 por ciento a las pymes, 15 por ciento a los
programas para el desarrollo de los barrios populares, 20 por ciento a
becas al programa integral de becas Progresar y un 25 a programas de
exploración y desarrollo de gas natural, a través de Enarsa”, según
establece el proyecto.
Luego de esta media sanción, la Cámara baja avanzará con dos iniciativas ambientales. En primer lugar se tratará la ley de manejo del fuego, que prohíbe los negocios inmobiliarios por 60 años en los terrenos incendiados con fines especulativos. Luego, la Ley Yolanda que ordena “una capacitación obligatoria en ambiente, con perspectiva de desarrollo sostenible y con especial énfasis en cambio climático” en los funcionarios públicos. Esta última contará con el apoyo de Juntos por el Cambio, mientras que la primera será rechazada, tras el fuerte lobby que desplegaron los empresarios del sector agropecuario.