-Efectivamente, Mauricio Macri perdió el poder. Es difícil negociar hoy con alguien en su situación. Y, evidentemente, usted será el próximo presidente.
-Yo sólo soy un candidato.
-¿Cómo podemos salvar este problema institucional?
-Eso me excede. Es un tema que debe tratar con el Gobierno.
Alejandro Werner dejó ayer claro que para el Fondo Monetario Internacional (FMI) resulta urgente comenzar a negociar con Alberto Fernández y su equipo el futuro del acuerdo con el organismo financiero. El director gerente para el Hemisferio Occidental fue el principal vocero de la posición ya oficial del FMI, en el encuentro que ayer los integrantes de la misión en la Argentina mantuvieron con los representantes del Frente de Todos.
Los visitantes hablaron sin eufemismos ni rodeos sobre cuál será la relación futura con el país. El candidato aceptó el desafío, pero aclaró en todo momento que lo que se escucharía en la reunión cumbre de la calle México, serían opiniones suyas y de sus colaboradores. Pero que hasta que no fuera presidente electo, no se sentaría a discutir las condiciones de un futuro acuerdo. Werner, siempre diplomático y receptivo a nuevas ideas (especialmente en lo que se refiere al reconocimiento del terreno local), llegó rápidamente a una conclusión: “Estamos ante un problema político de difícil solución. Estamos trabajando con gente que se va, y necesitamos trabajar con la gente que llegará”. Hubo allí un segundo “me excede” del candidato, que recordó que “aún no fui electo” y una conclusión puntual al hablar de “límite político” generado por el resultado de las PASO.
Cuando la conversación giraba por el mismo callejón sin salida, el candidato dejó a los visitantes un mensaje optimista: “nosotros sabemos cómo hacer crecer al país, ustedes no. Dejenos esa tarea a nosotros; y ustedes cobrarán y todos nos llevaremos bien”. Asentían sonrientes y con mirada de confianza, los escuderos del candidato: Guillermo Nielsen, Santiago Cafiero y Cecilia Todesca.
En todo momento el encuentro fue agradable y diplomático. Al punto, según los anfitriones, de definir a Werner como “un caballero” y a Roberto Cardarelli como un técnico “que conoce muy bien la Argentina y sabe reconocer errores”. Evidentemente el italiano, principal responsable del caso argentino, conquistó los corazones económicos de los locales con una frase rápida al hablar sobre las casusas de la inflación en el país. Lejos de las discusiones clásicas ortodoxas monetaristas contra las keynesianas; Cardarelli reconoció que uno de los problemas para bajar seriamente el alza de precios en el país, es la “concentración de los mercados”.
Nota Via: Ambito.com