La masacre tuvo lugar el pasado domingo 16, en el penal de San Pedro a 300km de Asunción donde 10 presos fueron asesinados por otros reos miembros del Primer Comando Capital (PCC) y del Comando Vermelho (CV), peligrosas bandas criminales de origen brasilero con miembros en Paraguay y otros países de la región. De los 10 muertos cinco fueron decapitados, tres incinerados y dos baleados.
El ministro del Interior paraguayo, Juan Ernesto Villamayor, justificó la “militarización” de las cárceles asegurando que los militares solo constituirán un apoyo perimetral y no ejercerán roles de guardiacárceles.
Villamayor dijo que la propuesta surgió como recomendación del equipo de seguridad. “Las fuerzas militares constituyen un retén externo, no cumplen una función de guardiacárceles”, expuso.
Si bien asegura que no le parece que la situación esté excedida, se plantea como “desbordada” ante la opinión pública y por ello se recurre a fuerzas externas, mientras tanto se realizan las inversiones necesarias para proveer mayor seguridad a las cárceles.
“No hay una cárcel donde no estén los narcos en la República del Paraguay. El problema es que tenemos que reconocer que hace años no se realiza inversión en la materia”, expuso, por ello las cárceles están sobrepobladas.
Presencia de las bandas en Paraguay
El Ministro del Interior, señaló que en las cárceles paraguayas están cumpliendo condena cerca de 400 miembros de estos grupos criminales, aproximadamente 120 son brasileños (12 con pedidos de extradición) y el resto reclutas paraguayos que sirven al PCC y al CV.
El propio ministro Villamayor anunció que se iniciarán las gestiones para acelerar la expulsión del país de los brasileños integrantes de estas bandas criminales, atendiendo a que a diario el poder de los mismos va creciendo porque suman adherentes también fuera de las penitenciarias.
NOTA VIA: ABC COLOR