Minutos después de ser condenada a seis años de prisión e inhabilitación permanente para ejercer cargos públicos por el Tribunal Oral Federal 2, la vicepresidenta Cristina Kirchner volvió a hablar desde su despacho, donde reiteró que “la condena estaba escrita” y adelantó que apelará el fallo condenatorio bajo la figura de “administración fraudulenta”.

“En 2023, no voy a ser candidata a nada, ya no voy a tener fueros”, anticipó al cierre de su defensa. “No voy a someter a mi fuerza política a que la maltraten por una candidata condenada. No voy a ser candidata en el 2023. Pero mascota de usted, Magneto, nunca. A nada. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino el 10 de diciembre y me vuelvo a mi casa”, dijo la titular del Senado, en un mensaje al CEO del Grupo Clarín.
La vicepresidenta decidió dejar de lado las apreciaciones sobre la condena y se concentró en describir “el sistema que hoy está funcionando bajo la pomposa y falsa denominación de Poder Judicial”, que quedó expuesto en la filtración de chats de un grupo de jueces, funcionarios del gobierno de la Ciudad y representantes del Grupo Clarín a la estancia Lago Escondido. “Es un Partido Judicial, una mafia, un estado paralelo”, sentenció.
La mandataria afirmó “tal cual lo anunciamos esta mañana, tal cual lo dijimos el 2 de diciembre de 2019, la condena estaba escrita. No es que fuéramos clarividentes o adivinos, era mucho más sencillo. Si en una causa en la cual un juez, el inefable Julián Ercolini, se había declarado incompetente y la envió a Santa Cruz; y luego 8 o 9 años después, cuando asumió el gobierno de Mauricio Macri, la resucita por una denuncia del entonces funcionario Javier Iguacel. Inclusive después de que fue analizada, juzgada y sobreseída en el sur. Está claro que cuando hace eso un juez –y no estuvo solo por fue ratificada esta conducta por todas las instancias superiores, hasta la Corte Suprema– la idea era condenarme”.